

La segmentación de clientes no es un concepto nuevo, pero su aplicación ha evolucionado drásticamente. Anteriormente, se basaba en datos demográficos o geográficos estáticos. Actualmente, la clave reside en utilizar datos 1P (first-party data), que son los datos que un retailer recoge directamente de las interacciones de sus propios clientes —como compras, comportamiento en canales digitales, historial de visitas o respuestas a campañas— y que ofrecen una visión confiable y accionable del consumidor. Estos datos permiten entender comportamientos y preferencias en tiempo real.
Este enfoque permite a los retailers anticipar necesidades y ofrecer experiencias ultra-personalizadas. Va más allá de agrupar clientes por edad, enfocándose en sus hábitos de compra, interacciones con la marca y potencial de valor futuro. Una estrategia moderna de segmentación impulsa el crecimiento, la fidelización y la rentabilidad.
Existen diversos modelos para clasificar a los clientes, cada uno con un propósito específico. La elección del modelo adecuado depende de los objetivos de negocio y la disponibilidad de datos. Combinar varios modelos ofrece una visión más completa del cliente.
Una visión 360 del cliente integra información de múltiples fuentes. Esto incluye transacciones en POS, historial de navegación en e-commerce y uso de la aplicación móvil cuando aplica. La consolidación de estos datos es fundamental para una segmentación efectiva.
El modelo RFM es una herramienta fundamental en marketing para identificar los clientes más valiosos. Evalúa tres dimensiones clave del comportamiento de compra. Permite clasificar a los clientes en segmentos accionables basados en su valor pasado.
Cada una de estas métricas se puntúa típicamente en una escala (e.g., del 1 al 5). Un cliente con una puntuación RFM de 555 es un "Súper Cliente", mientras que un 111 es un cliente "Perdido". Esta puntuación combinada revela el comportamiento y el valor potencial del cliente.
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Para calcular el RFM, asigna un puntaje de 1 a 5 para cada variable, donde 5 es el mejor. Por ejemplo, si dividimos los clientes en 5 quintiles por recencia, el quintil con la compra más reciente obtiene un 5. Sumando o concatenando estos puntajes, se genera un segmento RFM único para cada cliente. Esta metodología permite identificar rápidamente grupos de clientes para estrategias específicas.
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La segmentación demográfica clasifica a los clientes por edad, género, ingresos, educación, entre otros. Proporciona una base inicial para entender a quién nos dirigimos. Sin embargo, por sí sola, no siempre predice el comportamiento de compra.
La segmentación psicográfica se enfoca en estilos de vida, valores, intereses y personalidad. Permite crear mensajes de marketing que resuenan emocionalmente con el cliente. Combinada con la demografía, ofrece un perfil más rico.
La segmentación conductual agrupa a los clientes según sus acciones específicas. Esto incluye el historial de compras, productos vistos, tiempo en la web, respuesta a campañas o uso de la aplicación. Es una de las formas más efectivas de segmentación moderna.
La afinidad de canal identifica los canales preferidos por el cliente para interactuar con la marca. Algunos prefieren el correo electrónico, otros WhatsApp, mientras que otros el SMS. Personalizar la comunicación por el canal adecuado mejora la experiencia y la tasa de respuesta. Este enfoque es clave en el marketing omnicanal.
La segmentación por propensión utiliza modelos predictivos para estimar la probabilidad de que un cliente realice una acción futura. Esto podría ser comprar un producto específico, cancelar un servicio o responder a una oferta. Permite una focalización proactiva.
El concepto de "Next Best Action" (Próxima Mejor Acción) va un paso más allá. Con base en la propensión y el perfil del cliente, sugiere la acción de marketing más relevante en un momento dado. Optimiza los recursos y mejora la experiencia del cliente al ofrecerle lo que realmente necesita.
La clave para una segmentación exitosa en retail radica en el uso estratégico de datos 1P. Estos datos provienen directamente de las interacciones del cliente con tu marca, como transacciones de POS, visitas a e-commerce o uso de tu app. Su ventaja es la precisión y relevancia.
Una base de datos de clientes unificada es el primer paso para recopilar y organizar esta información. Esta unificación crea un perfil 360 del cliente, esencial para modelos de segmentación avanzados. Sin una fuente única de verdad, la personalización es limitada.
Diagrama de Flujo de Segmentación en Retail (Descripción Textual)
El proceso inicia con la Recopilación de Datos 1P. Esto incluye datos de POS (compras, tickets, historial), e-commerce (navegación, carrito abandonado, compras online) y la app móvil (interacciones, ubicaciones, preferencias). Estos datos se integran en una Plataforma de Datos de Clientes (CDP), que unifica y limpia la información para crear perfiles 360.
Luego, se aplica la Modelos de Segmentación, usando técnicas como RFM, conductual o por propensión. Esto genera segmentos accionables. Finalmente, los segmentos se activan a través de canales de marketing como email, SMS, WhatsApp o personalización en sitio web/app. Este ciclo se monitorea y optimiza continuamente, ajustando las campañas según el rendimiento.
Mini-Funnel de Activación de Segmentos (Descripción Textual)
Un mini-funnel de activación se centra en una acción específica. Por ejemplo, para un segmento de "Clientes en Riesgo":
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La implementación de una estrategia de segmentación impacta directamente en métricas clave de negocio. Es fundamental definir los KPIs antes de comenzar para medir el éxito. Aquí te mostramos algunos ejemplos y la metodología para medirlos.
Un restaurante de comida rápida puede segmentar a sus clientes por frecuencia de visita y tipo de producto comprado.
Una cadena de tiendas de conveniencia utiliza la geolocalización y el historial de compras para segmentar.
Un supermercado puede segmentar por categorías de productos preferidos y tamaño de la cesta de compra.
La segmentación con datos 1P implica usar información recopilada directamente por tu empresa, como transacciones de POS, historial de e-commerce o uso de la app, para agrupar clientes. Esto permite una personalización profunda y precisa de las estrategias de marketing.
El modelo RFM (Recencia, Frecuencia, Valor Monetario) ayuda a identificar a tus clientes más valiosos y a aquellos en riesgo de abandono. Permite dirigir esfuerzos de marketing específicos para retener a los "Campeones", reactivar a los "Dormidos" y maximizar el CLV de cada segmento, optimizando la inversión.
La segmentación demográfica agrupa clientes por características estáticas como edad o género, mientras que la conductual lo hace por sus acciones e interacciones con la marca, como historial de compras o navegación web. La conductual ofrece una visión más dinámica y accionable del cliente.
Integrar datos de POS y e-commerce crea un perfil 360 del cliente, consolidando su comportamiento tanto online como offline. Esto permite una segmentación más precisa y una personalización omnicanal, evitando silos de información y optimizando la experiencia del cliente.
La "Next Best Action" (Próxi|ma Mejor Acción) es una estrategia que, basándose en el perfil y la propensión de un cliente, sugiere la acción de marketing más relevante y oportuna para ese individuo. Su objetivo es maximizar la probabilidad de conversión y mejorar la satisfacción del cliente.
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